Tuve la oportunidad de entrevistar a la profesora Michelle Pinzl para hablar un poco sobre su experiencia en la interpretación y el impacto que tiene en la comunidad. La profesora Pinzl enseña clases de español y de interpretación. Además, es una intérprete en la comunidad, ella ha interpretado en contextos médicos, judiciales, educación, ranchos, y agencias de servicios sociales. Explica que la justicia lingüística es una forma de la justicia social porque proveer acceso a los idiomas permite que la gente que no tiene una voz pueda acceder a muchos servicios. Esto ayuda a tener una comunidad saludable para aquellos que son de diferentes países y hablan diferentes idiomas. La interpretación también ayuda a las personas a recibir cuidado médico, obtener recursos contra la violencia doméstica, y entender lo que le pasa a las víctimas cuando van a los tribunales. La profesora afirma que tener acceso a los idiomas es un derecho humanitario, y la gente tiene el derecho de expresarse en el idioma en el que ríe, llora y sueña.
Michelle Pinzl fue a UWL en el 2001, pensando en estudiar terapia física. Tomó su primera clase de biología y no le gustó. Fue entonces al final del año cuando visitó a una amiga en Paraguay. Ella dice que ese viaje le cambió la vida, aunque no fue un viaje tan agradable. Cuando regresó, cambió su especialidad al español y la comunicación interpersonal. Unos años después pasó un curso académico en Chile, en el cual aprendió sobre la interpretación y fue la primera vez que tomó una clase, no sólo de interpretación, pero también de traducción. La clase de traducción no la aprobó, pero la clase de interpretación sí. Fue cuando empezó a enamorarse de la interpretación, y sabía que ella quería seguir con esa disciplina.
Después de graduarse de UWL con su especialidad en español, la profesora Pinzl vió que todavía no tenía las destrezas de ser intérprete. Necesitaba más práctica hablando el idioma y más tiempo en la inmersión. Entonces decidió irse a España y empezó a dar clases de inglés para seguir el camino de mejorar el idioma. Después de cuatro años viviendo en España regresó a los Estados Unidos con un nivel de español para ser intérprete. Comezó en la profesión con la ayuda de dos importantes amigos, Melissa Wallace y Vicente Guillot, que era el director del programa de interpretación en Viterbo. Ellos la ayudaron para que empezara integrarse en el campo de interpretación. Cada vez que la profesora practicaba la interpretación o hacía algunas de las tareas, más se apasionaba en esta profesión. Ella empezó a enseñar como profesora en Viterbo y es cuando Melissa Wallace y Vicente Guillot se mudaron a Texas que se le abrió la puerta a la profesora Pinzl para dirigir el programa de interpretación aquí en Viterbo. Pero quería seguir estudiando y matriculó el doctorado de Traducción y Estudios Interculturales en la Universitat Autònoma de Barcelona, España, el cual acaba de terminar. Lo que la ha llamado a la interpretación es la posibilidad de utilizar el bilingüismo y la biculturalidad para crear puentes entre personas y fomentar entendimientos.
El programa de interpretación aquí en Viterbo empezó con Vicente Guillot y la colaboración de Maribel Bird y Melissa Wallace. Hicieron un estudio en la comunidad acerca de la necesidad del programa y encontraron que había bastante demanda para el entrenamiento de intérpretes comunitarios. Crearon una propuesta que la universidad aprobó y empezaron el programa de interpretación en el 2009. No fue hasta el 2015 cuando Vicente Guillot y Melissa Wallace se mudaron a Texas y la universidad le dió la oportunidad a la profesora Pinzl de dirigir el programa.
Cuando ella entró al programa sólo había tres personas que sólo hablaban español como segundo idioma. Ella no sabía si iban a poder continuar con la iniciativa porque no tenían suficientes estudiantes. Fue su trabajo intentar reconstruir el programa y tener más estudiantes. En ese momento empezó a trabajar con el ECCP que da la oportunidad a los estudiantes en la preparatoria de recibir créditos universitarios. A través de ECCP ella ha podido incorporar estudiantes de preparatoria en el programa de interpretación. Estudiantes que eran hablantes de herencia de español, estudiantes que hablan español en casa y que se han estado escolarizados en los Estados Unidos. Esto fue un cambio grande en la demográfica del programa y la gran mayoría de los estudiantes en él son Latinx.
Para la profesora ha sido un grande regalo poder trabajar y aprender de estos estudiantes. También ha ayudado a fomentar un poco de profesionalismo en la comunidad de intérpretes, porque muchos estudiantes ya han servido como tales desde que eran adolescentes, pero no tenían entrenamiento para seguir códigos de ética y métodos para cuidarse ellos mismos. La profesora explica que el campo de interpretación es difícil porque hay mucho trauma, puedes ver a las personas nacer y morir, el momento en que alguien recibe la ciudadanía estadounidense, o como una persona recibe una sentencia de deportación. Esto es una profesión que requiere mucha madurez emocional, y mucha capacidad cognitiva. Para ella es un honor y privilegio trabajar con jóvenes y ayudarles en su camino de ser intérpretes.
La ultima pregunta que le hice a la profesora Pinzl fue: ¿Qué le diría Ud a un estudiante o una persona en la comunidad que le gustaría seguir la carrera de intérprete? Ella respondió: “Yo diría que es una profesión bella, vale la pena entrenarse para hacer el trabajo bien, y que sería un honor y un privilegio acompañar a cualquiera que esté dedicado a facilitar el acceso a los idiomas en las comunidades.”
Más información: Community Interpreting Certificate