La vida se puede ver diferente en muchos lugares del mundo. En este artículo entrevisto a la profesora Vickie Heiser de la Escuela de Enfermería en Viterbo, quien vivió en Panamá por nueve años. Ella estaba en una comunidad pequeña llamada Potrerillos Arriba. Este lugar está cerca de la frontera de Costa Rica.
Vickie me dijo que una parte difícil de su estancia en Panamá fue no poder ayudar a todas las personas pobres que ella encontró. Sin embargo, ella pasó mucho tiempo con esas personas en su comunidad. También disfrutó organizar eventos para mujeres y clases de inglés para los residentes del pueblo. Hay muchas cosas diferentes que me comentó Vickie entre Panamá y los Estados Unidos. La primera fue el tráfico. Los coches en Panamá son muy caóticos. Las señales de tráfico son sólo sugerencias porque nadie las respeta.
Otra cosa distinta fueron los bancos. Es muy difícil abrir una cuenta, y las personas necesitan mostrar muchos documentos antes de que ellos puedan abrir su cuenta. Las comidas que son populares en Panamá incluyen el sancocho, un tipo de sopa, salchichas, y patacones, similares a las papas fritas en los Estados Unidos. En Panamá, las vacaciones son muy importantes. Grupos grandes de amistades y familia celebran y disfrutan las actividades con comidas. Celebraciones como la Navidad y el Día de Acción de Gracias.
La vida comunitaria es muy importante para las personas en aquel país. Ellos juegan fútbol, basquetbol, y béisbol. Vickie me contó que en Estados Unidos hay lugares similares a Panamá en relación al clima, por ejemplo, Mississippi o Louisiana. Hay mucha humedad allí, las estaciones en Panamá son muy distintas de las de Wisconsin. Aquí, tenemos cambios de temporada. Allí no hay cambios, sino meses secos y húmedos. La estación seca es de diciembre a abril. La húmeda es de marzo a noviembre. Durante esta última, hay lluvia todos los días. En la Ciudad de Panamá, como está cerca del océano, el aire es muy húmedo. Durante todo el año el sol sale alrededor de las seis de la mañana y se pone a las seis en la tarde.
Agradezco a la profesora Vickie Heiser por conversar conmigo sobre sus años en Panamá.