Dos mujeres de Perú viajan a La Crosse para aprender inglés y establecer conexiones

¿Puedes imaginar salir de tu país de origen y mudarte a un país nuevo y diferente? Esta es la realidad para muchos inmigrantes. Marilym Laines y Angie Sabrera, madre e hija de Perú, nos ayudan a entender el salto de fe que da la gente que viene a los Estados Unidos para conseguir una nueva vida. Estas dos peruanas vinieron a La Crosse sin hablar mucho inglés y sin muchas conexiones. El viaje que hicieron estuvo lleno de desafíos, mucho estrés y bastante miedo. Sin embargo, la experiencia de estas mujeres también demuestra que, con esperanza, trabajo duro y buenos recursos, todo es posible. 

Aunque Laines y Sabrera solo llevan once meses en los Estados Unidos, las dos explicaron las razones de venir a este país. La familia es un aspecto muy importante de la cultura peruana, y ellas tienen muchos parientes aquí. Todos los hermanos de Laines obtuvieron una visa para poder vivir en los Estados Unidos hace más de 30 años. Con la esperanza de conseguir mejores oportunidades laborales y estar más cerca con su familia, decidieron hacer el viaje. Además, Laines habla de la importancia de saber dos idiomas y de proveer una educación buena para sus hijos. 

Como empleadas en el Convento de Santa Rosa, Laines y Sabrera están trabajando para alcanzar sus sueños y formar parte de la comunidad en La Crosse. Una gran parte de su nueva vida en La Crosse es el aprendizaje de inglés. Las dos describieron que el desafío más grande al aprender el idioma es que la gente habla muy rápido. Mientras la clase ofrece una buena oportunidad, su profesora de inglés, Olga Dedkova, explicó que hay algunas barreras para los que aprenden un idioma nuevo. El transporte es una importante, porque muchos estudiantes no tienen acceso a un automóvil todo el tiempo. Además, las horas de clase no siempre se ajustan a las necesidades de la gente que trabaja.  

Aunque asistir a la clase de inglés es un reto, Laines y Sabrera son buenos ejemplos de la fuerza de los inmigrantes en los Estados Unidos. Mientras los recursos como las clases de inglés pueden servir a la población latina, mejorar las posibilidades de transporte, por ejemplo, podría eliminar algunas de las barreras importantes que todavía existen para los inmigrantes en La Crosse.