Richard C Trietley, Presidente de la Universidad de Viterbo, firmó la la declaración “Por un compromiso constructivo” de la Asociación Estadounidense de Colegios y Universidades, dada a conocer el pasado 22 de abril (versión en español debajo).
El documento, elaborado por líderes de la Educación Superior en el país alerta sobre el alcance de las propuestas del gobierno que afectan el desenvolvimiento en las instituciones académicas, entre ellas la reducción de fondos para las investigaciones y las restricciones a las libertades fundamentales, entre otras.
Hasta el día de hoy – 14 de mayo, 5 PM- la declaración había sido firmada por 646 instituciones universitarias de las 5,900 existentes. Varios colegios y universidades de Wisconsin han firmado, entre ellos, la Universidad de Wisconsin-Madison, El Colegio Médico de Wisconsin, la Universidad de Marian, El Colegio de Beloit y El Colegio de Edgewood.
La Asociación Estadounidense de Colegios y Universidades, fundada en 1915, “es una organización de membresía global dedicada al avance de los propósitos democráticos de la Educación Superior mediante la promoción de la equidad, la innovación y la excelencia en la educación liberal” (tomado de la página de AA&U).
Por un compromiso constructivo
Esta declaración fue creada en colaboración con presidentes de colegios y universidades, así como con otros líderes en educación en el país luego de un encuentro convocado por la Asociación Estadounidense de Colegios y Universidades ( siglas en inglés AA&U) y la Academia de las Artes y las Ciencias.
Como líderes de colegios, universidades y sociedades de estudios, hablamos con una sola voz contra la extralimitación e interferencia política sin precedentes del gobierno, en estos momentos pone en peligro la Educación Superior en Estados Unidos. Estamos abiertos a la reforma constructiva y no nos oponemos a la supervisión legítima del gobierno. Sin embargo, tenemos que oponernos a la intromisión indebida del gobierno en las vidas de quienes aprenden, viven y trabajan en nuestros campuses. Siempre buscaremos prácticas financieras efectivas y justas, pero debemos rechazar el uso coercitivo de los fondos públicos para la investigación.
El sistema estadounidense de Educación Superior es tan variado como los objetivos y los sueños de los estudiantes a los que sirve. Incluye universidades de investigación y colegios comunitarios, universidades de estudios generales y colegios de artes liberales; instituciones públicas y privadas, campuses únicos y campuses en distintas locaciones. Algunas instituciones están diseñadas para todos los estudiantes, otras sirven a grupos particulares. No obstante, las instituciones estadounidenses de Educación Superior tienen en común la libertad esencial de determinar, en términos académicos, a quienes admitir y qué enseñar, cómo se enseña y quién enseña. Nuestros colegios y universidades comparten el compromiso de servir como centros de investigación, donde, en la búsqueda de la verdad, el profesorado, los estudiantes y los empleados no académicos son libres de intercambiar ideas y opiniones en un amplio rango de puntos de vistas sin miedo al castigo, la censura o la deportación.
Debido a estas libertades, las instituciones estadounidenses de Educación Superior son esenciales a la prosperidad de Estados Unidos y funcionan como compañeros del gobierno en promover el Bien Común. Los colegios y las universidades son motores de oportunidades y movilidad, pilares institucionales que contribuyen a la vitalidad económica y cultural, regionalmente y en nuestras comunidades locales. Estas instituciones fomentan creatividad e innovación, proveen recursos humanos para solucionar las rápidas demandas de nuestra fuerza de trabajo y ellas mismas son importantes empleadores. Los colegios y universidades cultivan estudios que aseguran el liderazgo estadounidense en investigación, y muchas ofrecen atención médica y otros servicios esenciales. Y fundamentalmente, los colegios y universidades estadounidenses preparan a una ciudadanía educada para defender nuestra democracia.
El precio de reducir las libertades definitorias de la Educación Superior en los Estados Unidos será pagado por nuestros estudiantes y nuestra sociedad. En nombre de nuestros estudiantes actuales y futuros, y de todos aquellos que trabajan o se benefician de la labor de nuestras instituciones, llamamos al compromiso constructivo que mejore nuestras instituciones y sirva a nuestra República.