Para empezar, y proveyendo contexto para nuestro trabajo de este verano (2020), titulado Combatiendo el Racismo y la Injusticia, quiero compartir una cita de James Baldwin, algo que dijo en su debate con William F. Buckley (1965) en la Universidad de Cambridge. Él se preguntó acerca de si el Sueño Americano es a expensas del Afro Americano. Aquí está lo que James Baldwin dijo en su discurso:
Yo sugiero que lo que le ha pasado a las personas blancas del Sur es, en una manera, peor de lo que le ha ocurrido a los negros allí. Porque el Sheriff Clark en Selma, Alabama, no puede ser considerado – sabes, nadie puede ser descrito como un monstruo total. Estoy seguro de que él ama a su esposa y a sus niños. Estoy seguro de que, sabes, le gusta enborracharse. Sabes, después de todo, uno tiene que asumir que él es visiblemente un ser humano como yo. Pero, él no sabe lo que le impulsa a usar el club, a amenazar con la pistola y a usar una picana. Algo malo le debe haber pasado a un ser humano para poder poner una picana en los pechos de una mujer, por ejemplo. Lo que le pasa a la mujer es horrible. Lo que le pasa al hombre, que lo hace, es, en algunos aspectos mucho, mucho peor. Esto ha sucedido, después de todo, no hace cien años atrás, pero en 1965, en un país bendecido con lo que llamamos prosperidad, una palabra que no examinaremos demasiado cerca; con un cierto tipo de coherencia social, él cual se llama una nación civilizada, y apoya la noción de libertad del mundo.
La declaración de James Baldwin sobre “lo que pasa al hombre, que lo hace, es en algunos aspectos mucho, mucho peor” es una cita que me costó entender. ¿Como podría lo que le ha pasabo a Sheriff Clark, el perpetrador, el que abusó físicamente y torturó a otro ser humano, ser en algunos aspectos peor? Sin embargo, reflexionando profundandamente sobre esta cita, pienso que Baldwin se refiere a todas las formas en que la sociedad ha moldeado al Sheriff Clark, o en todas las formas en que la sociedad le ha fallado al sheriff en prevenirlo de ver a su madre, a su esposa, a su hermana, o a su hija en esta mujer de piel oscura a la que atacó.
A menudo me pregunto si este sheriff sería tan racista y opresivo de la gente negra si no le hubieran enseñado a odiar a “estas personas”, si él hubiera comulgado con ellos en la iglesia, si hubiera ido a la escuela con ellos, si hubiera tomado una clase de humanidades, por ejemplo, Estudios Afroamericanos, enseñados por una mujer negra. Yo creo que, si el sheriff hubiera tenido estas experiencias, él habría visto la humanidad en cada mujer negra o en cualquier persona de color. Yo uso este punto de vista, y, en particular, la importancia de estas experiencias, cuando pienso sobre el tipo de sistema educacional que es necesario para preparar a los estudiantes a integrar y entender el valor de vivir en un mundo racial y culturalmente diverso.
Ahora, con esto dicho, si miramos a las estadísticas de hoy, podemos ver que lo que está sucediendo a algunas personas en los Estados Unidos no es muy diferente de lo que podría haber sucedido a Sheriff Clark. Por ejemplo, los hombres negros sin armas tienen aproximadamente 2.5 veces más probabilidades de ser asesinados por la policía que sus equivalentes blancos. Es lo mismo para las mujeres negras o nativo americanas que tienen más probabilidades de ser asesinadas por la policía que las mujeres blancas. Las personas negras son cinco veces más probable de ser encarceladas que las blancas. Los EE.UU. tienen cerca de 4% de la población mundial, pero cerca de un cuarto de los prisioneros del mundo, la mayoría de ellos personas negras y mulatas. EE.UU. tiene, proporcionalmente, más prisioneros que Rusia y que China. Y, hay más disparidades raciales como estas en las áreas de salud, educación, ingresos, propiedad de la casa, entre otros campos.
No quiero seleccionar datos convenientemente luego estas son otras estadísticas. La gente negra tiene más probabilidades de ser asesinada por otra persona negra que por cualquier otro grupo. Pero, también es verdad que las personas blancas tienen más probabilidades de ser asesinadas por otra persona blanca que por cualquier presonas de cualquier otro grupo. Los blancos son más propensos a cometer asesinatos masivos como tiroteos en las escuelas, las iglesias, los conciertos, las discotecas, y en los centros comerciales que cualquier otro grupo.
Sé que el racismo sigue siendo un problema – ambos, el racismo evidente y el sistémico– y cualquiera que preste atención a espacio social conoce este hecho, estén o no dispuestos a admitir esa verdad como un primer paso hacia la solución del problema. Sin embargo, ¿son todas estas disparidades que describí solamente debido al racismo sistémico? No lo sé, y no creo que alguien lo pueda saber. Pienso que siempre debemos considerar la posibilidad de que haya otras razones para estas disparidades, además de, o en vez de, el racismo sistémico. Si pensamos que estamos seguros, pero las razones que hemos identificado están equivocadas, como decir que estos problemas sólo son a causa del racismo sistémico, entonces nuestras soluciones en ocasiones podrían ser erradas o inadecuadas.
Esto es lo que he observado y que considero verdad. Por lo general, en la sociedad, cuando un grupo sufre, todos los grupos sufren. No me malinterpreten; no sugiero que todas las personas están sufriendo igualmente porque se sabe que hay algunos individuos en todos los grupos que prosperan, y que hay niveles diferentes de prosperidad en cada grupo. Me explico: como resultado de los esfuerzos del movimiento de derechos civiles en los años 1960s hubo integración en las escuelas, los restaurantes y los lugares públicos. Cuando las piscinas en muchas de las ciudades fueron integradas y legalmente estaba permitido para personas negras compartirlas con sus vecinos blancos, ¿sabes lo que muchos funcionarios blancos de los ayuntamientos hicieron? Cerraron las piscinas de sus pueblos y ciudades, las desfinanciaron, y a veces las llenaron de tierra y cementos sólo por rencor. Esencialmente dijeron: “mucho mejor destruir esta piscina que disfrutarla y beneficiarnos de este bien público en armonía con “esa gente”. Tiraron piedras contra su propio tejado. Fueron vengativos.
Hoy existen algunos paralelismos con la situación de las piscinas que son más serios. Por ejemplo, personas que no aprecian o entienden verdaderamente los beneficios de la equidad y la justicia pueden -mediante ciertas acciones o por su indiferencia- apoyar políticas que están diseñadas para eliminar o debilitar el mismo sistema de salud pública del que ellas mismas dependen. Pueden apoyar políticas que dan una execión tributaria a los muy ricos, mientras el salario mínimo en Wisconsin se mantiene en $7.25. Pueden apoyar a los responsables políticos que son anti-ciencia, anti-razón, anti-consejo de expertos, todo lo cual tiene consecuencias para gestionar eficazmente una pandemia.
Los E.E.U.U. tienen cerca de 4% de la populación mundial, pero cerca de una cuarta parte de los casos y muertes de COVID-19 en el mundo. Esta estadística sorpresivamente es similar a los datos para la encarcelación en masa en el E.E.U.U. En este punto, sé que algunas personas se preguntaran por qué estoy hablando sobre estos problemas nacionales o globales, enfatizando la similitud entre la encarcelación en masa y los datos de COVID-19; lo hago porque los dos problemas revelan la falta de equidad y justicia en tanto las personas de color son las más afectadas por las encarcelaciones masivas y el COVID-19.
Mientras muchos de nosostros podemos ignorar la encarcelación en masa porque no nos afecta directamente, no podemos ignorar el COVID-19. En este momento, todos estamos lidiando con el impacto de la pandemia. Creo que una sociedad que se centra en la equidad y la justicia para resolver los problemas de la encarcelación masiva también las usará para solucionar el problema del COVID-19. Todos nosotros somos miembros de esta sociedad y todos estamos preparando las estudiantes para prosperan en ella.
Como lo veo es que las personas que no valoran la equidad y la justicia están simplemente vertiendo la suciedad y el cemento en las cosas públicas o sociales porque no saben que compartir beneficia al bien común, es decir a todos; o no quieren compartir porque han sido socializados para odiar a “esas personas” o simplemente son indiferentes a las injusticias.
En conclusiones, si tuviera que resumir las dos metas principales del grupo de trabajo Combatiendo el Racismo y las Injusticias, diría que son las siguientes: primero. el grupo se esfuerza por promover equidad y justicia en esta universidad y segundo, el grupo se esfuerza por cultivar una cultura de justicia racial, social y equidad para que todos los estudiantes aprendan el valor de ser antirracista, anti-sexista, anti homofóbico, anti xenófobo, anti odio, anti rencoroso, y anti autodestructivo. Terminaré diciendo una cosa más: si los estudiantes salen de aquí sin saber la verdad de que todos los grupos de personas son iguales, sin importar nuestras cultural o socialmente construidas diferencias y abrazando la riqueza y la belleza de estas, entonces les hemos fallado a nuestros estudiantes.
Traducción: Emma Schoen y Olivia Stark
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