Ruth Behar es una antropóloga y escritora estadounidense-cubana. Llegó a los Estados Unidos desde la isla cuando tenía cinco años. Se licenció en antropología en la Universidad Wesleyan, Connecticut. Luego fue a Princeton y recibió su doctorado en la misma disciplina. Durante los últimos treinta y cinco años, ha viajado a México, España y Cuba. Estos viajes fueron para su trabajo en antropología, pero también para inspirarse literariamente. Ruth solía ser sólo una académica. Ahora, es escritora de libros infantiles y comenzó su carrera como tal cuando escribió Mi Buena Mala Suerte en el 2018 (Premio Pura Belpré). Su siguiente novela, Cartas de Cuba, se publicó en 2020, por Nancy Paulsen Books, un sello de Penguin Random House LLC en Nueva York. Más recientemente ha publicado la novela Across so many seas (2023), con la misma editorial.
Cartas de Cuba es una novela destinada a los niños y adolescentes. Está basada en una historia real sobre el viaje de la abuela de Ruth Behar desde Polonia y su vida como refugiada. Se trata de una niña judía durante la Segunda Guerra Mundial. Su papá ya había huido a Cuba y finalmente había ganado suficiente dinero para traer a su hija con él. Decide que Esther venga, dejando a la familia en Polonia. Una vez que llega a Cuba, comienza a trabajar para ganar suficiente dinero y ayudar a su madre, su abuela y sus tres hermanos y hermana a escapar antes de que los nazis invadan Polonia.
Esta historia muestra muchos aspectos diferentes, entre ellos, la inmigración, la historia y la diversidad cultural. Cuba es un país muy sincrético. En el pueblo de Agramonte, donde Esther vive con su padre, hay personas de África, China y Cuba. En La Habana hay muchos otros judíos. Con esta diversidad, son muchas las religiones diferentes que se retratan. Esther no solo comparte su religión judía, sino que también experimenta otras religiones, como la católica y las creencias y festividades africanas y chinas. A pesar de la tensión de esta época, en su mayor parte, ella es mayoritariamente aceptada.
La gente que encuentra en la calle no la reconoce como judía, sino como polaca. Hay muchos casos en los que Esther reflexiona sobre el hecho de que tuvo que salir de Polonia para ser vista como polaca, en lugar de solo judía. Hay algunas personas en Cuba que estuvieron de acuerdo con el nazismo y no quieren judíos en el país. Sin embargo, la gente de Agramonte piensa que eso está mal y defienden a Esther y a su papá varias veces.
Otro aspecto de esta novela es que está contada desde la perspectiva de una niña. Muestra la inocencia y confusión en que están los niños con el conflicto en la política: ¿Por qué el mundo está dividido en ricos y pobres? ¿Por qué no puede haber suficiente para todos? (pág. 105). Lo único que le importa a Esther es que todo el mundo sea tratado de manera justa. La realidad aún no ha contaminado su punto de vista.
Esta obra narrativa fue una lectura corta y fácil, pero aun así me capturó todo el tiempo. Con cada página, necesitaba saber qué estaba pasando con Esther. Su vida fue muy interesante y hubo algunos giros en la trama que no vi venir. En general, esta novela me dejó sintiéndome feliz y orgullosa de Esther. También disfruté mucho del relato que aprendí. La novela daba detalles sobre la historia de Cuba y se notaba que la autora investigó mucho, lo cual aprecié. Recomendaría este libro a las personas de todas las edades ya que es una muy buena opción.