Por: Aimee Kemper

Cada uno de los aspectos de nuestras vidas se han visto afectados por la pandemia en la que todavía vivimos. A pesar de que todo nuestro enfoque está en un virus que es muy contagioso, muchas personas no ven lo que sucede entre bastidores. También una consecuencia de esta pandemia es que hay muchos más problemas de salud mental. Cuando las personas tienen una salud mental muy baja no se mantienen activas y no comen bien. Cuando comenzó la pandemia, todo se cerró, lo que provocó que muchas cosas, como la salud alimentaria, cambiarán. Se había reducido drásticamente desde que se cerraron las cosas porque la producción de alimentos no se pudo hacer de manera eficiente por muchas razones. Las fábricas donde se producían alimentos como la carne fueron cerradas, lo que provocó una gran escasez de producción de carne.

El cierre de lugares como estos también hizo que muchas personas perdieran sus trabajos debido a COVID-19, no solo creando una sensación de temor por el virus, sino también por si alguien iba a tener suficiente dinero para poner comida en sus mesas. Con la pérdida de puestos de trabajo para millones de personas, simplemente no podían permitirse comidas saludables para ellos y sus familias. Se sabe que los alimentos más saludables cuestan más y los alimentos no saludables son mucho más asequibles, como Mcdonalds. En los últimos meses, McDonalds se ha vuelto más popular simplemente por lo asequible que es alimentar a alguien. La pérdida de estos puestos de trabajo para muchas personas ha provocado que su salud alimentaria disminuye significativamente porque no pudieron y aún hoy para muchas personas pueden permitirse poner comidas saludables en sus mesas y es por eso que los lugares de comida rápida poco saludables han florecido durante la pandemia. .

Otro factor que ha influido en la salud alimentaria es el costo de salud mental que la pandemia ha tenido en muchas personas. Los seres humanos son seres sociales por naturaleza y necesitan interactuar y comunicarse con otras personas. La pandemia les quitó esa capacidad porque nos vimos obligados a sentarnos en nuestras casas durante casi seis meses, lo que obligó a muchos a disminuir la salud mental. Cuando la salud mental no está donde una persona quisiera estar, afecta todos los demás aspectos de sus vidas. Les hace recurrir a alimentos poco saludables y produce hábitos alimenticios poco saludables. Cuando alguien tiene hábitos alimenticios poco saludables, su salud alimentaria general disminuye.

La salud alimentaria se ha visto afectada por el COVID-19 en todo el mundo porque la economía y la producción se han detenido. La gente ha perdido sus trabajos en la industria alimentaria, especialmente provocando que la calidad de los alimentos baje. La frescura de los alimentos ya no es realmente un concepto simplemente porque no pueden hacer avanzar las cosas tan rápido como podíamos antes de la pandemia. Hay muchas precauciones y procedimientos nuevos debido a COVID-19 para ayudar a aliviar la propagación, pero con eso también tiene otras consecuencias, como la salud alimentaria. Existe un límite de capacidad para ayudar a asegurar el distanciamiento social que reduce la cantidad de un determinado alimento que se puede producir en un día debido a la falta de trabajadores.

En conclusión, esta pandemia ha afectado cada aspecto de nuestra vida pero especialmente la salud alimentaria. Muchas personas han perdido sus trabajos porque el país estuvo cerrado por más de cuatro meses. Sin este dinero no pueden poner comida en la mesa de su familia cada noche y esto causa muchos más problemas en sus vidas. También la comida no es fresca y saludable porque los factorías estaban cerrados causando más problemas en los cuerpos de las personas. Necesitamos ayudar otras personas que fueron afectadas negativamente por COVID-19 porque esta pandemia ha causado muchos problemas que van a afectar el resto de la vida.